MEDIOCRIDAD A LA VISTA

Supuestos fraudes hacen que el deporte se vea de lo más mediocre que haya visto. Jugadores de apellido son los que más hablan y poco hacen. Argolleros y amarretes producen deficiencia en nuestras escuelas deportivas tanto como los clubes.

Se imagina llevar a su hermanito, hijo, primo o a cualquier otra persona, a probarse a cualquier club y que le digan que no es seleccionado, para luego ver que otro “gringuito con plata” se lleve la vacante, o quizás que se lo lleve el hijo de un futbolista reconocido que ni siquiera sabe si le gusta ese deporte. Es lo que siempre vemos en la televisión cuando se disputa un partido local. Tanto malo que juega que hasta un cojo es estrella de fútbol en nuestro torneo descentralizado.

Ahora si usted quiere ver nuestro futuro futbolístico, no hace falta ir a una bruja para que se lo muestre, ni crear una maquina del tiempo, ¡no! Solo tiene que ver los campeonatos sub. 17 o, el reciente, sub. 20. Qué falta de preparación, hasta Venezuela tiene mejor estado físico en sus jugadores que nosotros. Ni que decir de Bolivia que casi le gana a Brasil. Si tengo que resumir nuestro juego seria que siempre jugamos a la defensiva, y si podemos salir jugando rechazamos, para ver si nuestros delanteros hacen algo con un balón que esta por los cielos: jugamos casi feo porque ya dejamos de jugar así, ahora jugamos horrible.

Hay que leer siempre las letras pequeñas...

Arriba Perú

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