martes, 29 de junio de 2010

¿Una mano de amigo o de enemigo? (Las dos personalidades de un gay)

En este blog, no trato de reprochar a una homosexual, y no soy homofóbico (solo para aclarar malos entendidos). Tengo muchos conocidos que son gays, y amigos gays, que por razones del destino, ya no están con nosotros. Por esta razón (opinión personal), trato separar a los gays en dos personalidades. Me perdonaran pero es mi forma de pensar, pues por la misma razón que los conozco, puedo sacar mis conclusiones.

En mi vida tuve la oportunidad de conocer personas de este género. Cuando uno conoce gente puede comprobar, y hasta entender; su forma de ser, sus actitudes, comportamientos y un sin fin de cosas relacionadas a dicho individuo (claro, siempre y cuando, la persona sea sincera y uno sepa escuchar). Pero si hay mujeres malas y hombres malos, también hay gays malos (sé que esto no es del otro mundo). Es por eso que, a pesar de su mala fama, reproche, marginación, que tienen estas personas en la sociedad (tengamos en cuenta las sociedades que tienen una ideología antigua, conservadora, etc.), sumémosle, el mal comportamiento que tienen “algunos gays” en el entorno social.

Hay gays tranquilos, alegres, conservadores y sobre todo bromistas, claro si dejar de lado algunas características más, pero siempre teniendo la modestia y limitaciones en sus comportamientos. Dejando de lado el motivo sexual: resaltando la amistad y el respeto que hay su grupo. A estas personas son más fáciles de confiar, entablar una conversación y tener una amistad común y normal, sin perjuicios.

Por otro lado existen los homosexuales extravagantes, inmorales, confianzudos, etc.: a los que llamo peligrosos. Porque dejan de lado la amistad y se fijan más en el sexo. Tratan de sobrepasarse en una conversación, o de cualquier otra circunstancia, aprovechándose de la confianza que se les da. Estos personajes de la vida moderna, acarrean la mala fama, que de por sí ya es mucha, que se les da a los gays.

Yo no soy gay, ni pretendo salir del closet- soy muy varón jajaja…- , pero creo que no deberíamos meter a todos en un mismo “costal”. Quizás se deba dar una oportunidad a aquellos que si lo merezcan, dejando de lado sus costumbres, y solo aceptándolos tal y como son.
En mi próximo blog les contare una anécdota sobre este tema…

viernes, 25 de junio de 2010

Michael Jackson


Hoy es un día, que a muchos, como yo, nos es un poco melancólico. Hoy conmemoramos, un año, sobre el terrible accidente (porque yo lo llamo así: accidente), en el que perdió la vida, nuestro (para sus seguidores) ídolo Michael Jackson.

Me enorgullece el decir que desde niño fui uno de sus admiradores. Me identificaba con cada canción, desde la época de los Jackson 5. Me traen recuerdo solo al poner una canción de sus antiguos álbumes. Es por eso que no quiero dejar pasar esta ocasión para sentir, como muchos fans, su sensible perdida, y que a pesar de tantos problemas y especulaciones que se le impusieron, él fue un personaje brillante y ejemplar (en lo que se refiere a la paz y sensibilidad humana) a seguir.
Acá una de sus mejores interpretaciones. HASTA SIEMPRE MICHAEL....


jueves, 24 de junio de 2010

Las “POXERAS”

Catálogos hay, de estas “poxeras”, solo falta dar una vuelta por las redes sociales. Mujeres exhibiendo su mejor perfil. Orgullosas de enseñar lo que Dios les dio, y en otros casos, solo mostrándose con sus amistades o tratando que no se les note mucho aquello que les falta. Vistiendo sus mejores atuendos y aquellos que le queden ceñidos al cuerpo. Formas curvilingüas, delgadas, robustas, gordas, etc. Encantadas con los elogios que los muchachos o amig@s les escriben, llenándose de ego y autoestima. En la mayoría de casos estos comentarios son tan hermosos, poéticos, galantes, románticos, claro también están las declaraciones de amor, que algunos extraños les dicen, y por supuesto los obscenos.

Las mujeres posan sin miedo, sin “paltearse” (vergüenza), claro cuando están solas, solo preocupándose por salir bien para sus fans cibernéticos. Mostrando sus escotes; aquellos que dejan ver una parte de su busto (aunque hay algunas que muestran más de lo debido), sus peinados; perfectos para la ocasión, algunas solo sujetándose el cabello con algo o con sus propias manos, sus labios; que se dejan ver con un color tan intenso, que pareciera reventar los píxeles del monitor, como si quisieran dar un beso al viento. Chicas que pretenden mostrar su sensualidad: la belleza de ser mujer.

Las mujeres, hoy en día, muestran todo. Posan enseñando el trasero sin pudor. Es que la mayoría de mujeres posa de espaldas, cortejando al hombre, incitándolo a mirar algo que de por instinto nos gusta y ellas lo saben, es por eso que (al menos lo pienso así) posan de esa manera. Quebrándose, pareciendo que se van a partir en dos. Ellas son dueñas de su propio estudio fotográfico.

Las “poxeras“tratan de hipnotizar al visitante, atrayéndolo. No dejan que se les pase uno. Algunas invitándolos a agregarlos a sus cuentas, otras, más recatadas, ignorándolos. Pues las “poxeras” son así. Es por eso que en la mayoría de cuentas (de hombres) hay agregadas mujeres que ni siquiera las conocen.

Gracias a las redes sociales, las mujeres pueden sacar a la “poxera“que llevan dentro, dejándose admirar, no solo a sus allegados, sino a toda las persona, en su mayoría hombres, que tenga una cuenta en dichas paginas.

¿Qué esperas para ser una POXERA?



sábado, 19 de junio de 2010

Mi vida vale una tarjeta de S/.20.00



Mi vida vale una tarjeta de S/.20.00

Viernes 12:30 am
Yo:
Me despedí, como siempre, de mi flaca, y me dirigí hacia mi casa. Era una noche tranquila, solitaria, friolenta, como cualquier otra en esta época del año. Sentía que algo me inquietaba pero no sabía que era (es cuando presientes que algo esta mal o que cualquier cosa va a pasar). No le tome importancia y me acosté, como siempre, sin conciliar el sueño.

1:15 am
Ella:
Me senté a ver televisión. Sonó mi celular: número desconocido. Conteste.
- Aló.
- Aló amor escúchame, es urgente- supuestamente era mi enamorado, continuo- me han secuestrado- me dijo llorando.
- ¿Qué?… ¿Donde estas? ¿Qué paso?- le dije.
- Ayúdame, por favor.
- Suelta concha tu madre.- Otro sujeto le quito el celular al supuesto secuestrado.- Aló, si quieres que a tu enamorado no le pase nada tienes que hacer lo que te diga.
- ¿Pero que pasa?- le conteste- ¿Quién eres? ¿Donde esta él?
- Escúchame bien. Nosotros teníamos que secuestras al hijo de un empresario, pero como tu enamorado estaba vestido como él, nos confundimos. Ahora nosotros no vamos a perder pe. Así que tu “gil” paga pato.
- ¿Que cosa?- Guarde la calma. Había tenido un caso similar antes con una tía.
- Tienes que pagar. Hemos invertido mucho en este cachuelo que no vamos a perder- Colgó.

Mi corazón latía demasiado rápido y fuerte. No sabia que hacer. Estaba sola en esto. “Tengo que llamarlo. Sino me contesta…”, pensé. Marque el número y como siempre no había señal: maldije a la empresa operadora. Lo intente una y otra vez, sin hallar resultado. De pronto me llamaron de nuevo.

- Aló.
- Mira lo que tienes que hacer para que vuelvas a ver a tu enamorado vivo, tienes que comprar una tarjeta de recarga para celular, ¡OK!
- Pero, ¿como hago?, tienes que darme tu número- le dije.
- ¡NO! Te llamo de nuevo y me dictas el código.
- Pero no tengo plata, solo S/.20 soles.
- No importa.
- ¡No! Primero tienes que pasarme con él, quiero saber si esta bien.
- ¡No! Primero has lo que te he dicho- respondió.

Colgó el desgraciado. Lo único que me quedaba era ir a comprar. No sabia como hacer. Tengo que reconocer que no quería salir de mi casa. "¿Y si es verdad? Tengo que timbrarle de nuevo", me dije. Es esos momentos tenia que pensar muy rápido. Le timbre: entro la llamada.

- Aló, amor.
- Aló- contesto él.
- ¿Estas bien?- Le pregunte, con lagrimas en los ojos, tratándome de tranquilizar, pero no podía.
- Si, estoy bien. ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?- Respondió él con voz nerviosa.
- Es que me han llamado y pensé que te había pasado algo porque me dijeron…-Le conté lo sucedido.
- No. No tengo nada, estaba durmiendo. No te preocupes, tú sabes que lo hacen por joder.
- Si pues. Estaba con miedo…- Le conteste más tranquila.
- Nos vemos mañana. Cuídate mucho y ya no pienses en eso.- Como si fuera tan simple.
- ¡OK! Te amo.
- Yo igual. Chao.

Me sentía tranquila. Lo único que quedaba era mandar a la mierda a esos desgraciados. Tenia que esperar a que llamen de nuevo. Entonces sonó mi celular.

- ¿Qué chucha quieres?- le dije.
- Jajaja…- contesto su risa burlona. Colgó.
Maldita sea. Me quede con las ganas de insultarlos.

YO:
Ya en mi cama me puse a pensar en lo que me había contado. Quizás mi flaca se puso nerviosa porque minutos antes pasaron una sarta de “imbesiles tirapiedras” (pantilleros). Pero que ganas de joder. Que pena haber pasado un mal rato como este (lo digo por ella). Pero de todas maneras tengo que reconocer la manera calmada que manejo mi flaca esta situación. De todos modos siempre queda un trauma. Me siento un poco nervioso. Y me da cólera que, la vida de Mike, mi vida, pueda valer unos miserables S/ 20 soles. Me quede dormido.

jueves, 17 de junio de 2010

Mi rutina diaria…Aunque ya fue!!!!….


Acaso no aburre… que te levantes a las 5:30 am, que te cambies en media hora y, porque vives lejos de tu trabajo, tengas que salir a las 6:00 am, olvidándote de bañarte antes de salir, porque es así, no crean que porque uno no quiere hacerlo, sólo que las circunstancias lo ameritan y nos obligan a prescindir de este acto de aseo. Es muy curioso pero esta bien hacer eso (de no bañarse antes de salir a trabajar). Seamos sinceros. En promedio las personas se bañan una vez al día (otras lo hacen ínter diario; otras dejando tres días y hasta cuatro, como hay locos que no se bañan en una semana, claro dejando de lado a las personas que tienen terma y se bañan dos hasta tres veces al día) y según tengo entendido lo hacen antes de salir. Déjenme contarles que algunos con los que trabajo (por no decir casi todas las personas) se bañan en la mañana y no cuando llegan después del trabajo- ¿por qué?- Se preguntaran, pero la respuesta es muy sencilla, porque lo hacen al siguiente día antes de salir. Es una curiosa explicación que tengo al indagar, claro esta que no hablo de todas las personas, cada quien con su habito.

Cuando paso por todo este ajetreo de estar despegándome las sabanas y tratando de abrir los ojos (trato de olvidar que hay personas que entran a trabajar a las 9:00 am, que viven cerca de su trabajo y que pueden darte tiempo para decir “10 minutitos más”), voy al lavadero para salpicarme en el rostro ese liquido que más parece provenir de una refrigeradora que de unos tubos. Me aseo.

Caminando como un zombi voy despertándome. De repente me encuentro en el paradero, al menos ya no estoy en mi casa con la tentación de olvidarme de todo y meterme a mi cama de nuevo. Espero la combi asesina.

Cuando voy rumbo a mi trabajo me maldigo por no cargar mi mp3 el día anterior, lo único que me queda es soportar las canciones que escucha el chofer, las cuales en algunos casos no son muy buenas y creo que esta vez no era la excepción. El chofer me pone una melodía común y muy sonada, claro se trata de la cumbia, y para colmo es un mp3 “mix de cumbia con chicha”. Miro al chofer con su camisa desteñida, con el cuello sucio y levantado hasta cubrir casi todo el cuello del pobre hombre; una gorra rasgada, sucia con manchas de grasa y bueno no me quise fijar más. El carro olía a grasa combinada con el olor a humo. No soportaba el dolor en mi estomago y en mi cabeza por falta de comida y por el ambiente que habitaba en aquel cubo con ruedas. Me baje.

Al fin llegue a mi destino, que más da tenia que buscar donde comer. Eran ya las 6:55 am, tengo 5 minutos para buscar “una isla de alimentos mañaneros”, por no decir “emolientero”. Mi desayuno, y el de casi toda la empresa, consistía en una bolsa de quinua (o emoliente, quaker, leche con soya y otros purgantes más), cuatro o más (si había plata) panes con pollo o hot dog. Me lo entregaban a la carrera, parecía que fuera esos corredores a la hora de hacer los relevos, pero que voy a hacer solo tenía 5 minutos. Ya dentro de la empresa me dispuse a laborar, igual que todos los días. Me aburría.

Salida o persecución, no sabia como llamar a esta hora (5:30 pm), claro es hora de salida pero también lo llamo persecución, porque los supervisores tratan de buscar a los trabajadores que dejan sus quehaceres pendientes, es cosa de locos estar buscando hasta en los vestuarios gente, que dolor de cabeza. En cuanto a mí ya estaba cambiado a eso de las 5:00 pm. Para volver a casa es otro calvario. Subo al bus, porque los maditos de las combis, en hora punta, hacen como tres rutas en una y prefiero volver en un bus. Los buses vienen llenos. Estando adentro, suben personas con camiseta de fútbol que les sacan unos olores, a “ala” más que todo. Me mareo.

Al fin llego a mi hermosa y humilde casita. Entro, me baño (ahora si), me olvido de todo lo que pasa y lo que paso, me lleno la panza con mi bufete (mi desayuno, almuerzo y cena) que me han guardado. Prendo la televisión. Pongo mis canales nacionales porque me doy cuenta que no hay cable. Mejor decido apagarla. Cierro mis ojos y trato de dormir para que mañana sea otro día más.

miércoles, 16 de junio de 2010

Carta al Ciberdios


Perdóname ciberdios por no escribirte a diario.

Perdóname ciberdios por no entrar muy seguido a tu aposento (web).

Perdóname ciberdios por no encenderte y darte un uso cotidiano (actualizaciones).

Perdóname ciberdios por impedir que tus palabras lleguen a mí (blogs, facebook, páginas web, etc.).

Perdóname ciberdios por tratas de frecuentar otras tecnologías (televisión, radio, playstation, etc.), y dudar de tu capacidad de entretenerme.

Perdóname ciberdios por no dar mantenimiento a tu imagen (computadora).

Perdóname ciberdios por compartirte cuando me decías que no te deje.

Perdóname ciberdios cuando estas enfermo y te abandono (virus).

Perdóname ciberdios por no dar limosna cuando me lo solicitas (pago mensual de internet).

Perdóname ciberdios por estas cosas y por las que vienen en el futuro.
....................................Y ¿Qué?... No puedo tener pecados virtuales…

lunes, 14 de junio de 2010

Siempre con su oveja negra


Comenzó la algarabía por el mundial de fútbol (como si alguien no supiera). Por todos lados se oye a la gente hablar sobre este deporte tan popular y no quiero pasar desapercibido. Tengo que admitir que mi candidato oficial para ganar la codiciada copa es Inglaterra. Me gusta su juego, y más aun, porque me agrada su liga, es decir la “premier league”, y que soy hincha del “Chelsea” desde la época de José Mourinho. Pero hay una cosa que me sorprende de este seleccionado, y es que siempre llevan a su “oveja negra”. Pues si recordaran lo que paso con David Beckham en un mundial atrás, y ahora en este, con el arquero Robert Green. No sé puede culpar a una persona de su infortunio y menos cuando existe reacciones inesperadas. Pero se ve que los ingleses (los hinchas), no creen en nadie. Recién a comenzado este mundial y hay personas que tienen el mismo nombre y quieren cambiárselo, sólo por el simple hecho de que la gente esta rencorosa con dicho arquero. Pues la afición no perdona y cree más en ganar que en el perdón y la compasión. Que se le puede hacer si todos quieren que su país quede en lo más alto del podio y que con esta clase de errores, tan infantiles, no puede ser excluida de su participación. Tengamos en cuenta que no es una liga y que un empate o una derrota puede dejarte afuera. Pero seamos justos y piadosos con los representantes. Sé que ganan millonadas por estar hay y así pierdan o ganen siempre tendrán más plata que nosotros y ganaran igual, o más, que antes, y por lo menos que pueden hacer es sacar la cara por toda una nación que esta esperando “solo” para celebrar.

jueves, 10 de junio de 2010

El comienzo tras una decepción


La decepción de un amor nos llevan a la melancolía de estar de nuevo rodeado de un soledad intensa, de una paisaje poco creativo, de un hoyo tan profundo en el que caemos.

La soledad a la que pertenecemos, o a la que estamos por pertenecer, es tan vaga que no sabes para que estas viviendo: trunca tus metas, oscurece tus objetivos y te traza un camino distinto al que te imaginaste. Ahora que estas solo ves bien lo que te rodea, lo que te hace falta, lo que necesitas, pero no hablamos de cosas materiales, sino de personas. Aquellos seres humanos que no te interesaron cuando estuviste acompañado, aquellos que solo buscabas cuando tenias problemas, ellos que ahora te ven con recelo y desconfianza, ahora te dan la espalda, porque saben que cuando estaban mal tú les distes la espalda a ellos, sin importarte lo que sentían en ese momento y ahora te lo hacen saber de una mala manera. Puede que ahora la soledad se convierta en algo tan duradero que no sabes que hacer para perder el tiempo, tratando que cada día dure un segundo para que así tu muerte sea más próxima, porque ya no hay nada que hacer para ti, la vida no vale nada y menos ahora que estas solo.

El paisaje que ahora ves, no era como en la realidad en la que vivías, no era tan colorida y ni tan faustosa, ahora es un escenario de pocos colores, por no decir que ahora es monocromática tu vida.

Y a pocos minutos de enfrentar tu nueva realidad, sientes que ya no vuelas como antes, que no te sientes como en las nubes, que no estabas en la cima de tu vida, que esa palabra que escuchaste en tu mente- para siempre- era solo algo abstracto y que nunca lo veías como una realidad, ahora que todo acabo piensas que es algo tan lejano y poco probable de realizar. Tu vida gira y ves que no hay nada que hacer, lo triste es que no tienes nadie en quien confiar. Es en el momento donde vas cayendo en aquel agujero tan profundo del cual no vas a poder salir. Cuando estas en el, logras acordarte de todos los momentos que pasaste y que vuelven a tu mente tan lentamente como una tortura más a tu ya decaída vida. Presinentes que algo bueno tenías que sacar de esto, pero no es así, al menos por un tiempo. Ahora que todo acabo, que no hay con quien hablar, es donde te pones a pensar que es un comienzo, una resurrección, un inicio, en el cual puedes trazarte otra línea, pero siempre recordaras, aquella decepción fatal.